30 de septiembre de 2009

Los Medios de Comunicación en Honduras

Es sabido de todos que en una sociedad los medios de comunicación juegan el rol importantísimo de mantener a sus miembros informados y alertas ante los sucesos cotidianos de la misma. De ahí que sea igualmente importante permitir una variedad de puntos de vista en los medios para que el espectador que analiza las diversas posiciones sobre un asunto pueda derivar una opinión objetiva que tome en cuenta las diferentes partes de una situación.

El domingo pasado, el gobierno actual aprobó un decreto en el que básicamente se eliminan las garantías constitucionales. Nadie puede andar libremente, nadie puede reunirse libremente, nadie puede estar en su casa libremente. Además de esto, el gobierno actual se ha arrogado el poder de cerrar cualquier medio de comunicación que considere que está contra el gobierno, o de mandar a callar al que se pronuncie igualmente en contra.

El lunes se cerraron dos medios: Canal 36 y Radio Globo. Se reportaron amenazas de cierre a Canal 11 y a Diario El Tiempo, pero aún son rumores.

Hasta antes del domingo 27 de Septiembre, este gobierno no había tomado medidas oficiales que pudieran considerarse como dictatoriales. Ahora es muy distinto.

Canal 36 siempre fue un canal pequeño, con una producción de televisión muy mala, que se valía del amarillismo y una controversia forzada y a veces falsa para llamar la atención. Claro, esto antes de que el canal diera un giro totalmente en favor de Manuel Zelaya Rosales y su proyecto, la Cuarta Urna. Radio Globo siempre estuvo a la denuncia de varios gobiernos. Ellos se convirtieron en un medio con bastante audiencia especialmente durante el período de Ricardo Maduro. Pronto fueron adquiridos también para la causa de Manuel Zelaya.

El 28 de Septiembre del 2009 (una fecha que a nadie se le va a olvidar ya), hay golpe de estado en Honduras. Todas las señales de telecomunicaciones en Honduras se interrumpen, pero vuelven con fugacidad. Canal 10: Creo que estaban pasando un documental turístico ese día cuando volvió la señal. Canal 11: Se transmitieron entrevistas con el ex Ministro de la Presidencia, Enrique Flores Lanza, que actualmente tiene orden de captura por extracción de fondos del Banco Central de Honduras. Canal 36: Tenían al tipo gordo en el set habitual recibiendo y leyendo correos, mensajitos y llamadas telefónicas de las personas que estaban en Casa Presidencial ese día. Más adelante, otros medios se incorporaron: en Vica TV tenían videos musicales, en Canal 6 una película, etcétera. Mi punto con esto es el siguiente: los medios de comunicación que tenían mayor trayectoria y profesionalismo NO CUMPLIERON SU DEBER ESE DÍA.

En los días subsiguientes lo anterior quedó demostrado. Canal 10 y Televicentro se concentraron en transmitir noticias que tuvieran que ver sólamente con las personas y actividades que apoyaban el golpe de estado en Honduras. Hubieron declaraciones de que la resistencia agredía a los reporteros de estos medios, y aunque no creo que carezcan de fundamento, alguna forma debieron haber encontrado para transmitir esta parte de los hechos. Sin embargo, en ese sentido no hay mucha diferencia con los otros medios: Canal 36 y Radio Globo también se limitaron a pasar noticias que sólamente concernieran a la resistencia y sus actividades. Los medios se parcializaron, y Honduras ya no podía más que escoger entre los medios "golpistas" y los de "la resistencia". La objetividad se fue al diablo, y todos estábamos atrapados en una guerra mediática. Los medios de la resistencia fueron los más agresivos, y recuerdo varios episodios de esto, especialmente cuando Esdras Amado López, que se formó como periodista en Abriendo Brecha, llamó depravado sexual a Rodrigo Wong Arévalo.

Ahora hay dos medios cerrados y otros medios amenazados. La libertad de expresión, que antes del domingo había sufrido varios ataques y estaba teñida de puntos de vista parciales, ahora está encadenada. No estoy defendiendo que un medio sea agresivo, parcial y no profesional, pero estoy segura que esto no constituye delito. Pienso que si estos medios lograron protagonismo en estos días fue, como ya dije antes, porque los medios tradicionales fallaron en su tarea de proporcionar todas las caras de la noticia. Por los momentos sólo podemos esperar que los que se han dado a la tarea de convencer a Micheletti de la derogación de este decreto tengan éxito.

27 de septiembre de 2009

17 de septiembre de 2009

La Independencia y La Democracia


"El patriotismo es la virtud de los sanguinarios."
-Oscar Wilde
El 15 y el 16 de Septiembre son fechas que en estas latitudes representan el aniversario en el que se constituyeron varios países latinoamericanos, principalmente en Centroamérica y México. En medio de un golpe de estado y un enfrentamiento social, Honduras hace la patarata de "celebrar" su independencia.

La independencia de Honduras es un artículo de fe política, como diría Schopenhauer. Habría que agregar fe económica. ¿Por qué? Sólo hay que revisar la historia y ver el presente. Comencemos con el origen de todo, la iniciativa de los criollos asentados en nuestras regiones. ¿En realidad era el pueblo el que buscaba gobernarse a sí mismo? ¿En realidad existía una unión popular que buscase ser libre, puesto que habían encontrado que se entendían y que compartían una idiosincracia, y querían un espacio propio para desarrollarse? La respuesta es, sin ninguna duda, NO. La independencia de Honduras se dió por el ánimo y ansias de poder de los criollos, que por ser criollos no podían gobernar. Si no hubiera existido esa enrevesada y absurda división que hacían los españoles y se les hubiera permitido, desde el principio, tener algún tipo de poder a los criollos, la independencia no habría sido necesaria (al menos no en ese momento).

Luego de esto, vino la vergonzosa anexión a México. Después, Honduras se sumió en un período de guerras internas. En este período se evidenció lo que había apuntado anteriormente: no existía una unidad popular. Llegó entonces el período de Marco Aurelio Soto. Junto con él vino la Reforma Liberal, con sus leyes de Modernización. También muchas concesiones a extranjeros y sus compañías. Más golpes de estado, más guerras, y pronto estamos en los quince años de dictadura bajo Tiburcio Carías Andino. Los liberales quieren a Ramón Villeda Morales como presidente. (Durante estos momentos, cualquiera que tuviese alguna filiación con el partido liberal fue perseguido. Lo sé porque mi abuelo fue uno de esos perseguidos. )

Ramón Villeda Morales finalmente asume, ayudado por la Asamblea Nacional Constituyente, la presidencia del país. Otro golpe de estado militar ocurre el 3 de Octubre de 1963. En 1981 hay elecciones, en parte por presiones de los gobiernos estadounidenses. En 1982 se aprueba la Constitución que actualmente tenemos, en la que se prohíbe la reelección de los presidentes. De ahí vienen todos los presidentes de la "democracia" moderna: Roberto Suazo Córdoba, José Azcona Hoyo, Rafael Leonardo Callejas, Carlos Roberto Reina, Carlos Roberto Flores, Ricardo Maduro y el último, Manuel Zelaya Rosales. Todos ellos lamebotas de los extranjeros. Todos ellos serviles ante los organismos. Corruptos. Atados a intereses de grupos.

Ante esta breve reseña histórica, ¿es en realidad posible creer o pretender que Honduras alguna vez ha sido "independiente" o "democrática"? La democracia de nuestro país siempre ha estado subvencionada por el que pueda proporcionar mayores ayudas económicas. "Por la plata baila el mono", como dicen por ahí. El sistema político hondureño, como ya todos sabemos, es eminentemente bipartidista. Poder escoger entre dos bancadas que son en esencia el mismo grupo de empresarios difícilmente representa el sentir del pueblo.

De este sistema bipartidista surgió el monigote bigotón que ostentaba el cargo de "excelentísimo presidente de la república". Manuel Zelaya Rosales. Un pequeño-burgués, hacendado, con un padre asesino e impune, un tipo que ni si quiera logró terminar una carrera universitaria. Uno de esos políticos de dinastía. Definitivamente le ayudó que el candidato opositor, Porfirio Lobo Sosa, otro delincuente que se rehusó a dejar la presidencia del Congreso Nacional para perseguir sus aspiraciones políticas y se aprovechó del presupuesto de esta entidad para financiar dicha campaña, se presentara a sí mismo ante el pueblo como un individuo loco y extremista, con una campaña embadurnada de malas intenciones.

Y luego Zelaya salió con que él era el pueblo. Con que la Cuarta Urna (un mecanismo para convocar una Asamblea Nacional Constituyente y abolir la Constitución actual) iba a solventar todos los problemas de los pobres.

Nótese que la Constitución es reformable en un 95% por ciento a través de los instrumentos pertinentes. Los únicos artículos que no pueden ser reformados son los pétreos, entre ellos el que prohíbe la reelección.

El 28 de Junio del 2009, Roberto Micheletti y las Fuerzas Armadas dan un golpe de estado a Manuel Zelaya. Irrumpieron con armas a su casa, lo obligaron a firmar un documento, lo subieron a un avión y lo botaron en Costa Rica, provocando que un problema interno se volviera internacional. Bravo. Aplausos. Para colmo, cortan las telecomunicaciones en el país, transmiten la reunión en el Congreso en la que se establece que "no fue golpe, fue sucesión constitucional" (a ver, enséñenme el artículo de la Constitución donde diga que si un tipo quiere abolir la Constitución hay que botarlo en otro país y ponerle pistolas en la cara). Se da lectura al documento que Zelaya fue forzado a firmar, y entonces tuve ganas de vomitar, mientras veía mi televisor sentada en la sala de mi casa. Y en este punto es donde comienza el oscuro episodio que vivimos actualmente los hondureños. Blancos contra rojos. Golpistas contra comunistas.

La democracia no está en un hombre que quiere abolir la ley que establece los límites de su poder.

La democracia no está en la censura de medios que no comparten la opinión del gobierno.

La democracia no está en el escarnio hacia las autoridades actuales.

La democracia no está en ignorar los crímenes que hayan sido cometidos, sean o no con las mejores intenciones.

La democracia no está en el apoyo radical, en las acciones radicales, en el odio, en la destrucción a la propiedad pública y privada.

La democracia no está en la repetición automática de consignas.

La democracia no está en la represión ni en la violación de los derechos humanos.

La independencia no se logra sin democracia.