17 de febrero de 2010

Blue Cotton Candy


Peut-être que je ne suis pas faite pour les choses les plus sérieux de la vie...

14 de febrero de 2010

Those Soft Oniric Rumours

I asked you to dance, my sweet one, my lovely one, I asked you to dance away into dark corners, dark alleys, dark destinies that would in fact challenge this sad order of things...I asked you to fall, my only desire, my wave from the sea of nothingness, I asked you to fall with me to the middle section of damnation to grow flowers and drink herbs and descend even further with a strange logic for abyss consumption...

Yet falling and dancing are things to be asked at moments unknown, and not knowing a thing about moments is not quite the same...

Howling and forlorn longing have taken the place of dancing and falling, dancing and falling, dancing and dancing forever in no place at all, falling and falling soundly stuck to the ground, modestly holding each other's breath...oh, hold me, hold me, hold me, my wave from the sea of nothingness!!! Hold me, hold my breath, gasp my spirit, my wave from the sea nothingness, clasp in your soft little hand the heart of my desperate howl.

13 de febrero de 2010

U sur E

U sur E, c'est ainsi. J'aime voir la fumée pourpre de U étinceler si doucement la surface de l'eau de E. C'est un melange si delicat, presque irréel. Et, lorsque la brume et le liquide poursuivrent à se melanger, le ciel s'éclaire tout de suite, le monde tourne une autre fois, l'équilibre se berce dangereusement. Mais rien ne change pas: encore reste le nom.

12 de febrero de 2010

La Antítesis de la Dama del Perrito

No, no, mi constitución nunca fue débil. Nunca se averió mi estado bajo el peso de tragedias ineludibles. Nunca fui lánguida, dúctil o maleable, nunca fui fluida o aérea, nunca me difuminé bajo los otros. Siempre estuve llena de mi esencia, plena de mí misma, rebosante de salud. Siempre fui abundante, siempre estuvo teñida de colores mi piel, siempre tuve la fuerza suficiente para desafiar o para quitar obstáculos de mi camino.

¿Por qué entonces mi espíritu se deshace ante el encanto de la palidez, del desmayo, del susurro, de las delgadas manos, de los rojos labios desvariantes? ¿Por qué admirar la fragilidad en esa forma tan enfermiza? ¿Por qué sonreír y fascinarse ante lo dócil y suave, cuando es imposible de poseer, imposible de guardar?

Aún somos prisioneros de la belleza. Todavía estamos sujetos a sus caprichos y vaivenes. Aún derramamos nuestra sangre para obtenerla, todavía veneramos su reino de viento y agua que arroja ecos menores en la nada.




Sin embargo, su parámetro ya no es suficiente para mí.