25 de febrero de 2015

The Artist of my Life



"Robert and I still kept our vow. Neither would leave the other. I never saw him through the lens of his sexuality. My picture of him remained intact. He was the artist of my life."

--Patti Smith, Just Kids 

Eso es lo que siempre quise, un pacto así, un pacto entre dos seres creadores que pudieran verse, frente a frente, desnudos, el uno frente al otro, perfectamente conscientes de sus debilidades y talentos, de su humanidad y de su divinidad, sin juicios, sin superponer ideas preconcebidas el uno sobre el otro, sin atar los impulsos del uno o del otro, llenos de amor y respeto cada uno por el otro y cada uno por su obra, conscientes de la energía vital que fluye entre los dos, de los dos hacia sus respectivas obras, conscientes de que su amor -indefinible- es una raíz cósmica, esencial e inmarcesible de lo que habita en cada uno de ellos y entre los dos, y teniendo cada uno el sagrado respeto y cuidado por esa alquimia divina y extraña que supo reunirlos en un sólo momento, que supo traerlos a este mismo plano para que pudiesen tomarlo entre esas cuatro manos y moldearlo, con la osadía de dioses expulsados, con el ímpetu del fuego, del amor, del amor sin nombre, del amor sin límites, del amor que no se estanca y se pudre en su egoísmo, del amor que refulge ardorosamente en la vitalidad del nacimiento, del amor que se mantendrá más allá de todas las muertes, del amor, amor, AMOR.