13 de febrero de 2011

Cotejando

Nada puede salvarme. "Ojalá te murás de la infección."

¿Vos recordás el estrépito de las botellas que se quebraban?
Uno nunca sabe cómo proceder con estas cosas.

"Espero que te amarren una rueda al cuello y te tiren al río,
Y ojalá te murás de la infección."

¿Vos recordás aquellos temores en la mitad de la noche,
escondernos,
sentarte en mi vestido para que no lo vieran,
prestarte para ser el villano,
someterte al agravio
voluntariamente,
por entero,
sin jamás echarlo en cara?

"Te odio con toda mi alma."

Nadie puede salvarme.

Nadie puede salvarme ya.

"Te quiero porque eres el polo opuesto al kitsch. En el reino del kitsch serías un monstruo."
--Milán Kundera, La Insoportable Levedad del Ser

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca nada valio la pena, parece, lo tiraste todo a la basura, no te importo, ya estamos horriblemente lejos, por tu culpa. Mirame morir, pero ni te vas a fijar. Melissa.

Manuel dijo...
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