19 de diciembre de 2010

Sobre la Desidia


El compromiso con la desidia es más difícil de sobrellevar que muchos otros. Se deben aplastar contra el pecho cualquier tipo de ambiciones que emerjan. Se debe guardar fidelidad a los ritos de la apatía. Es necesario aprender a volar al ras del suelo, raspándose la piel. Es preciso descubrir el cielo a través del reflejo en el gris concreto, y resignarse a perder el azul. Es indispensable enamorar al fracaso y caer en su danza azarosa. Inevitablemente, encallecerán las manos y las rodillas de tanto arrastrarse. Indefectiblemente, los surcos negros de las lágrimas se harán perpetuos en el rostro. Las uñas rotas, el cabello apelmazado, el espíritu roto y la conciencia destruida. El malabar de culpa y cordura. El vacío del lienzo, el vacío del papel, el vacío de las calles, el vacío de los brazos, el vacío del alma, siempre ensuciados y desechados, siempre desperdiciados. Y la dimensión externa, siempre al acecho, siempre metiendo los instrumentos quirúrgicos (naturalmente esterilizados) para diagnosticar y modificar esa voluntad adversa y enferma. Y no queda más que refugiarse, que huir, que encontrar el hogar en el vuelo, en el frío indiferente.

Sí, el compromiso con la desidia es más difícil de sobrellevar que muchos otros.

12 de diciembre de 2010

El Rubicón



Tu Boca
Ely Guerra
Sweet & Sour, Hot and Spicy


Tienes labios de saber besar
Pero es que en ti es difícil
No imaginar
Y a veces me quedo quieta en mi utopía

Te dejo, me dejo y sudo de alegría
Te dejo, me dejo y siento tu venida


En la solitaria y bella oscuridad
Voy quitándome el deseo por ti
Me consuela la serena inmensidad
De las cosas que yo puedo sentir
Y si acaso ves mi luz o mi señal
No des vuelta


Te dejo, me dejo y creo en las mentiras

Tienes labios de saber besar
Y de tu boca, se me ocurren
Cosas más


En la solitaria y bella oscuridad
Voy quitándome el deseo por ti
Me consuela la serena inmensidad
De las cosas que yo puedo sentir
Y si acaso ves mi luz o mi señal
No des vuelta


Te dejo, me dejo y creo en las mentiras...

10 de diciembre de 2010

Clave Morse


Punto.
Raya.
Punto, punto.

Raya,
punto,
raya, raya.

Es el juego previo, el reconocimiento de tus armas (y las mías).
Punto. [mirada] Raya. [paso]

Es la danza que hemos de guardar en armarios, botellas, y tal vez hasta en cajas de zapatos.

Es el aire, creando el vórtice que disuelve medidas de espacio y tiempo.
Punto. [beso] Raya. [caricia]

Puntos y rayas sobre vos,
sobre mí,
entrelazados,
en el vórtice,
sinfonía de cabellos enredados,
elocuencia de saliva y sudor,
lucha eterna y sin fin
desdoblándose en tropel de rasguños y mordeduras
y palabras que no existen
con fusiones de pieles.

El truco es saber dónde acaban las rayas y cuándo el punto es el final.