5 de abril de 2010

Reclamo todos estos derechos.

"-Pues yo no quiero comodidad. Yo quiero a Dios, quiero poesía, quiero peligro real, quiero libertad, quiero bondad, quiero pecado.
-En suma -dijo Mustafá Mond-, usted reclama el derecho a ser desgraciado.
-Muy bien, de acuerdo - dijo el Salvaje, en tono de reto-. Reclamo el derecho a ser desgraciado.
-Esto, sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado.
Siguió un largo silencio.
-Reclamo todos estos derechos- concluyó el Salvaje. "
--Cap. XVII, Un Mundo Feliz, Aldous Huxley.

3 comentarios:

Denise Portillo dijo...

Bendita desgracia! Bienaventurados somos los desgraciados porque tenemos acceso a ese tipo de contrastes llamados alegría, placer, satisfacción...

Unknown dijo...

pues creo que seguis siendo muy joven
violencia
besos

Ninch dijo...

¿Por qué?