4 de abril de 2011

t a h c a r

Un hastío de la inercia. Un hastío muerto. ¿Acaso estamos tratando de escapar? Mirá mis ojos, desbordan las mismas lágrimas que los tuyos. Unas manos traslúcidas emergen desde mi pecho, llorando en tu dirección.

Yo también tengo algo de abismo y también tengo algo de montaña...

Ayudame a destruir esa oscura pared que continúa persiguiéndome, que sigue arrojando esa sombra fatal sobre cada uno de mis movimientos. Vos también. Arranquemos un pedazo a este montón de cilicio, abrámonos paso a través de la dimensión de humo, esta vez quiero ser tan fuerte para destruir todo lo que está en el camino hasta vos.

Sabé que estoy explotando en vaivenes y hemorragias. Sabé que yo también estoy próxima... Sabé que cada día intento rasgar los muros grises que se tornan rojos. Sabé, sabelo como todos tendrán que saber, que no me importa derramar toda mi sangre, incendiarla, abatirla.

Vos lo sabés. Sólo vos.

Nadie más es capaz.

No hay comentarios: