Estoy ebria de dolor, amor
ebria de vino y pasión
erizada entre carnes hambrientas
profanando el símbolo.
Los cielos, amor, los cielos
nunca más van a ser tuyos
las espadas que he guardado
no saben más de tu murmullo.
Y el mar que poseías
y se desbordaba tras de tus pasos
quieto y en calma está, amor
quieto y en calma.
Y si te digo amor
no es en favor del pasado
es que la memoria huyó
y se llevó con ella tu nombre.
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